Examine This Report on relaciones tóxicas
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Llenó con ellos unas bolsas de arpillera y se fue al mercado. El árbol se sorprendió de que su amigo no le dijera ni gracias, pero dedujo que tendría urgencia por llegar antes de que cerraran los compradores. Pasaron diez años hasta que el árbol vio pasar otra vez a su amigo. Era ya un adulto.
Lealtad: El amor verdadero es leal y fiel. Esta lealtad asegura que ambas partes están comprometidas y dedicadas a la relación.
El amor verdadero es un tema que ha cautivado a la humanidad a lo largo de los siglos. Todos, o la mayoría de nosotros, hemos suspirado en algún momento de nuestra vida, sobre todo en la adolescencia y en la juventud, por ese amor que consideramos que era lo más maravilloso que nos había pasado, nuestra alma gemela.
Por ello no deberíamos pensar en el amor como un sentimiento si no como una acción consciente. El enamoramiento y el verdadero amor son estados muy diferentes, y es el segundo el que puede proporcionarnos la felicidad a largo plazo.
Los que saben qué es amar no dependen de la persona amada, ni permiten que ella dependa de ellos. Amar implica siempre crear un espacio de libertad para ambos, sin exigencias ni sacrificios.
El amor posible y authentic está íntimamente emparentado con lo que en el lenguaje cotidiano podríamos enunciar como “querer mucho a alguien”, y que simplificado se puede definir como la sencilla y comprometida manifestación del “más puro interés que alguien es capaz de sentir por otra persona”.
El compromiso en el amor verdadero involucra una decisión consciente de mantener y fortalecer la relación.
Siglo XX y Contemporáneo: En los tiempos modernos, el amor verdadero se ha vuelto cada vez más asociado con la notion de encontrar una «alma gemela», una persona con quien uno puede conectarse profundamente en todos los niveles.
Este apoyo incondicional, especialmente en momentos de crisis o incertidumbre, es un claro indicativo de amor verdadero.
Independencia: El amor verdadero permite a cada individuo tener su propio espacio y crecer como persona. Esta independencia equilibra la intimidad y la individualidad en la relación.
Si un miembro de la pareja veta una parte del otro, es hora de decir adiós y dejar marchar. Debemos ser capaces de restablecer prioridades, de salvaguardar nuestra dignidad.
La dependencia y el amor están tan reñidos que si les get more info obligamos a coexistir, se destruyen. Nadie en la vida tiene la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Los espacios y tiempos personales de cada uno de los miembros de una pareja son una parte essential de la estructura de un vínculo sano. Si no existieran, ambos quedarían apelmazados y fusionados en una amalgama que, lejos de enriquecerlos, los empobrecería.
Todos somos diferentes y tenemos que trabajar diversas áreas de nuestro desarrollo individual. Sin embargo, quien ama de verdad no permitirá que sus tareas pendientes destruyan la autoestima y la felicidad de su ser amado.
El amor verdadero trata de dos seres completos que se unen para compartir su abundancia. Nunca versará sobre dos personas dañadas y carentes que se aferran al otro para evadirse de su propio dolor.